Caminare sin dudar. Luchare hasta el final. Y viviré, yo sé que al final sonreire.

domingo, 9 de enero de 2011

Capitulo 3: Mi primera bicicleta

En este pequeño rincón olvidado, es más común una bicicleta que cualquier otra cosa. Me sentía como en alguna otra época, los video juegos son algo de poco interés por aquí, y las actividades al aire libre eran lo que reinaba.

Habían empezado las clases después de unos cuantos días a mi llegada, nuevo colegio, el cual quedaba a unos diez minutos de la casa, Matias era mi único amigo, y jamás me hubiera dado cuenta hasta que el me lo dijo, que a la primera semana de clases ya era el bicho raro, por el simple hecho de que mi madre me trajera a la escuela en carro.

Al principio no lo entendí, y por un rato me quede con la duda, fui obserbando y poco a poco notando que había más estacionamiento para bicicletas que para autos. Entonces fue fácil ver que soy el único al que lo trae su madre a la escuela, todos los demás llegan en bicicleta o usan el otro transporte alterno y no tan diferente: una patineta.

El que me trajera mi madre no era exactamente lo que me hiciera raro, bueno, sí, pero no solo eso, si no mayormente, que viniera en auto.

Al ser vecinos y aparte de eso amigos, -por que como si no fuera que aquí todos viven serquísima de todos- Matías venía de vez en cuando a mi casa por las tardes, normalmente cuando lo invitaba, aun no tenía la confianza como para ir por su cuenta como lo harían dos amigos confianzudos.

-Lo mejor sería que me consiguiera una bicicleta y asunto arreglado- Me dijo Matías crellendo que el asunto era mucho más fácil de lo que al menos para mí lo era

-Sí, la verdad que sí- lo medite un instante como si olvidara muchas cosas- además le ahorraría a mi madre el hecho de usar el carro, que aparte de todo le desagrada muchísimo, dice que es una maquina infernal y preligrosísima

-Claro como si la cortadora se césped no lo fuera- Lo con tono burlón mientras trataba de ahogar una carcajada, recordando la situación en que nos conocimos

- No importa que te burles, aun sigo pensando y pensaré que es una monstruosidad.
"pero aun con lo de la bicicleta... mmm... -no tenía la menor idea sin decir eso y no sonara tan ridículo - Sólo que hay un pequeñísimo problema

-¿que pasa? ¿no tenes el dinero para una? yo te presto, pero me lo tenes que devolver, y mira que sé donde vives - ambos reímos entre chiste y chiste pero a mi me mantenía más serio la vergüenza

- No, no es eso... es que... pero no te vallas a reír-

- Claro no importa, tú dime, tus problemas son mis problemas, somos amigos y si a ti te cae caca... pues me la terminas embarrando a mi.

- Es que...- Sentí que me volvía amapola (aun que solo fuera por el color) el sudor en mis manos ya era presente y solo me quedó agachar la cabeza mientras confesaba una terrible debilidad y trauma de la infancia- no sé... andar en bicicleta- sus palabras lo dejaron perplejo

Primero rió a carcajadas, incluso creo que lágrimas le salieron, y finalmente llego un punto donde era posible hablar, yo, como ya sé imaginaran, el color amapola en mi cara no se comparaba al rojo carmín al que se transformaba

- Ya, dejate de boludeces, si es el dinero, enserio yo te presto- y en ese instante, quitandose las lágrimas vio mi cara seria y roja- por favor dime que el problema es el dinero - me dijo mas serio que yo

-No, te estoy siendo sincero, ¿que pasa?- le pregunte mientras lo vi dándole vueltas al cuarto

-¿NO TUBISTE INFANCIA O QUE?- me grito mientras me tomaba de los hombros- todos los chicos aprendieron usar una bicicleta incluso antes de los siete y tu me vienes diciendo que con tus 16 años no sabes

Hey! no es para tanto

-¿NO ES PARA TANTO? ¿NO ES PARA TANTO? ahora no solo los otros te ven como bicho raro, yo te veo como bicho raro, ¡soy amigo del bicho raro!

Después de que se calmara y habláramos las cosas, decidimos que me ayudaría a comprar una bicicleta y que por las madrugadas- a horas donde nadie nos viera- tubieramos cursos intensivos, me dijo que sería fácil, eso, al menos con su ayuda.

Y así como lo planeamos lo hicimos, y me llevo una semana aprender, una terrible semana donde en todas las clases tenía sueño y me costaba mantener los ojos abiertos, donde cada parpadear era un infierno de donde no sabía si los volvería a abrir.
Pero finalmente pude

¡AHORA SÉ ANDAR EN BICI!

domingo, 2 de enero de 2011

Capitulo 2: Adios soledad

Desde que llegue aquí no eh hecho nada más que mantenerme en los placeres del computador y lo que los juegos de video me podrían ofrecer.
Ya la mayoría de mis cosas están aquí, mi cuarto sigue con el mismo diseño que con el que ha tenido por al menos quince años, con excepción que ahora esta atiborrada de cosas.

Verano aquí no hay mucho que hacer, mi madre no me tiene aun la suficiente confianza como para pedirme que haga las labores de la casa, otros podrían decir que estoy en un paraíso, pero por desgracia el paraíso se ha vuelto aburrido.

Con mi presencia eh notado que mi mamá se esfuerza por que la casa tenga más haam,,, vida.
A tratado de renovarla, y todos las labores que estaban pendientes las ha realizado, muchas a pesar de que se físico y capacidades se lo impidan.
Supongo que en estos momentos ah de estar agotada, y según ella el jardín no puede aguardar, inclusive puedo escuchar sus quejidos desde mi cuarto.

Tal vez me arrepienta, pero sigue siendo mi mamá y no me gusta verla sufrir a pesar de todos esos años de ausencia.

-Mamá...-Me volteó a ver mientras se quitaba el sudor de su frente- si quieres, yo me encargo de esto.

-¿Seguro que quieres hacerlo?, ¿por que no te quedas dentro viendo la televisión o algo así?- a pesar de sus palabras se veía el agotamiento en sus ojos

-sí, no te preocupes

Y a pesar de que no estaba muy convencida dejó de lado la podadora y entró a la casa.
Creanme o no, esta sería la primera vez que haría esto, antes vivía en un departamento en el 7º piso con mi papá. No había ni siquiera pasto, y lo más grande ahí a lo que le pudiera llamar jardín eran las pequeñas plantas en las macetas de la cocina.

Me quedé viendo esa maquina horrorosa por bastante tiempo, pensando en como se usaba esta cosa, tenía muchos botones y algunos cordones de los cuales jalar.
Empecé a apachurrar algunos y la maldita maquina me escupió el pasto que llevaba adentro, termine por huir varios metros de la infernal maquina y empecé a sacudir, mientras tanto escuche una risa, más que eso, una carcajada y volteando en su dirección, a la casa de alado en un balcón, encontré a un tipo de mi edad aproximadamente, tez clara y cabello castaño.

Hey! - me gritó desde lo alto- ¿quieres que te ayude?

Mire la maquina que seguía aventando pasto, tenía que admitirlo, era un desastre, y sí le preguntaba a mi madre el funcionamiento de esta cosa, estaba seguro que decidiría hacerlo ella.

-Sí, por favor

Tan pronto como lo dije, entro a su casa y segundos más tarde lo vi frente a mí.

-Ham.. soy Matias, y tú...

-¡Ha sí! Soy Leo...

jueves, 30 de diciembre de 2010

De vuelva a un lugar olvidado

Bien gente, sé que había dicho que había vuelto y blablabla...
La verdad es que al crecer las responsabilidades crecen también
de seguro ya eh de estar mega oxidada,,, pero no importa, tengo una idea
Será algo así como un mini cuento. Trataré de hacerlo lo más corto posible con eso de que mi constancia no es la mejor.
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Prólogo:
Leo, un chico que desde su nacimiento había vivido en una casita en las afueras de una ciudad de nombre ya olvidado, era un lugar recidencial, un "suburbano" como muchos lo conocerían.
A la edad de 5 sus padres sufrirían lo que llaman "perdida del amor", terminando todo en una separación.
Su padre que provenía de una familia adinerada, y con varias influencias y palancas logró obtener la custodia de Leo. No quería saber nada de su antiguo amor, se mudó al corazón de la ciudad, y Leo vivió en una realidad muy distinta.
Con el tiempo su padre se volvió un bebedor, y pocas eran las noches que se le veía sobrio.
Leo pasaba por sus 16 años de edad, ya no era un niño, pero la ley decía que aun no podía ser autosuficiente y mucho menos considerado como adulto.
Finalmente quedo a custodia de su madre, a la que solo veía pocas veces al año.
Ahora tendría que regresar a aquella casa olvidada, aquella casa que no había visto en diez años.
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Capitulo 1: Hola mamá.
Cada segundo las calles se hacen mas des habitadas, los llanos más frecuentes y verde es casi lo único que veo además de casitas a lo lejos. Ahí voy yo, a una de esas diminutas casitas.
Papá se convierte en bebedor y yo pago las consecuencias, mi vida se va por la borda y nadie se acordará de ella.
El negro del asfalto es lo único que me recuerda de donde vengo: luces brillantes, música extrabagante, multitudes, espectáculos, civilizacion.
De cualquier forma algún día me iré de aquí.
Llegué a una parada de autobús, donde mi madre ya me esperaba. Esa mujer tan demacrada, con los ojos inchados de tanto llorar, las arrugas que mostraban su edad y esos vestidos que según ella jamás pasaban de moda.
Hace un año que no la veía, con el alcohol el carácter de mi padre se hacía más y más duro.
Bajé del autobús y sus brazos me atraparon con fuerza, y llegue a sentir las lágrimas que recorrían sus pálidas mejillas.
-¡Hace un año o más que no te veo!- me repitió pero cada vez mas quedo- estas...- y paro para admirarme mientras me separaba de su cuerpo- ¡simplemente ya eres un hombre!- y me volvió a abrazar con fuerza- pero para mí siempre serás mi hombresito- la voz se le iba y susurros era lo único que tenía.
Las combersaciones con mi madre eran frías, normalmente era ella la que hablaba, y es que no sabía que decirle, que pocos son mis recuerdos, vagos e imprecisos, cuando yo aun cabía completamente en sus brazos, simplemente todo se perdió.
Se limpió las lágrimas con el dorso de su mano y partimos a lo que ella llamaba Hogar.
Una casita un tanto destartalada y antigua, que no fue pintada desde que tengo memoria, con un gran jardín, un tanto descuidado con hierbajos y el pasto ya crecido; mi cuarto, en el segundo piso.
Tal y como lo recuerdo, con el mismo papel tapiz azul ultramarino con cohetes, una camita individual y dibujos pegados por todos lados, absolutamente nada había cambiado, ni siquiera la caja de juguetes olvidados que deje a mi partida.
Lo único que me traía a la mente esta imagen era a mi madre llorando al pie de la cama, extrañandonos.
Ella siempre se negó a recrear su vida después de nosotros.

martes, 2 de noviembre de 2010

Conclusiones

El otro día, mientras discutía conmigo misma sobre mi horrible ser me encontre con la mejor conclusion que jamás había creado:

ME ENCUENTRO MIL DEFECTOS Y A USTEDES LES TERMINO VALIENDO, así que mejor busco esperanzas para después.

martes, 19 de octubre de 2010

adios falsos idolos

Banksy
banksy
diablos, él es tan... inexplicable
pero es exactamente todo lo que quisiera ser como artista
ingenioso, misterioso, talentoso, simple y sensillamente de mente abierta
como una ventana, de la que solo él puede mirar...
¿que aquello que miras Banksy?

simple y sensillamente no lo sabremos, un artista misterioso del que sólo sabemos su seudonimo.

adios falsos idolos, banksy, tú te encuentras en la cima de todos, y te postulas actualmente como él unico...
Banksy, una mente diferente.

jueves, 26 de agosto de 2010

un consejo....

M A D E W I T H T O R N A S O L ^^ dice:
*pues aclarale
*que es importante como tu amiga
*y que tú el dia de mañana la veras justo como hoy
*y que no esperas que algo cambie
*que lo unico qe esperas que qe al dia siguiente se saluden como siempre
*que todo sea normal
*y así
*tal vez piense lo qe siente por ti
*si quiere a su novio
*seguira con el
*y si le agrada tu amsitad
*no le importara
*y seguira siendo tu amiga
*pero si te quiere a ti mas, pensara lo que siente por su novio y vera que no es justo hacerlo a el sufrir por un amor que no existe
*tal vez deje a su novio por ti
*o algo así
*no lo sé